domingo, 2 de septiembre de 2012

Crítica: El Legado de Bourne

Primero, hay que destacar que esta película ya no viene a cuento con las novelas de Robert Ludlum. Sin embargo, Tony Gilory, director y guionista, ha sabido adaptarse a las tres películas anteriores con El Legado de Bourne. Una película fiel a la tercera entrega, enlazada con la misma (el Ultimátum de Bourne). 

Ahora bien, Tony Gilory ha creado una dirección bastante buena, pero mejorable. Las cámaras realizan un buen trabajo, pero muy liadas y cambio de ángulo rápidos cuando hay acción. La historia en sí es original, con muchas explicaciones y momentos tensos, creando un ambiente similar a El Mito de Bourne.



Por otro lado, el vestuario es complejo al principio y simple de mitad hacia delante, por lo que es adecuado para las circunstancias en las que se ven envueltas desde el inicio de la película. 

Jeremy Renner (Los Vengadores, MS: Protocolo Fantasma) interpreta de manera excepcional a Aaron Cross, con una gran meticulosidad y planificación, al igual que pasaba con Jason Bourne. La realidad con la que realiza los golpes son perfectos, y los realiza con una seriedad implacable, cosa que autentifica más la seguridad del programa Outcome.

Rachel Weisz (Ágora, Detrás de las paredes) interpreta a la doctora Marta Shearing, un papel interesante como parte de Outcome y muy alocado en el sentido de que no entiende nada, parte en la que predomina la actuación de Weisz.


Acción y suspense por los cuatro costados en esta nueva entrega de la saga Bourne iniciada en papel por Robert Ludlum y continuada en la gran pantalla por Tony Gilory. El Legado de Bourne es una incesante búsqueda por la verdad que conlleva una gran aventura fiel a la trilogía original.

Puntuación: 94/100

Borja Ibrahim.

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